Tanto las mujeres como, en menor proporción, los hombres pueden padecer rosácea. El tratamiento precoz, y sobre todo, la prevención de los brotes de rosácea nos ayudará a controlar mejor las manifestaciones y síntomas de dicha enfermedad y a mejorar sustancialmente la calidad de vida de los pacientes que la sufren.
Dermatólogo Murcia
¿Qué es la rosácea?
La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel caracterizada por enrojecimiento facial y, en algunos casos, lesiones inflamatorias que pueden confundirse con acné. Pero, a diferencia del acné vulgar, la rosácea no presenta comedones (puntos negros o espinillas).
La rosácea leve puede manifestarse como un simple eritema (enrojecimiento). En los casos más severos hay mucha inflamación y afectación de la calidad de vida.
La rosácea predomina en personas de fototipos bajos (piel clara), especialmente entre los 30 y 50 años y, aunque afecta con mayor frecuencia a mujeres, cuando se presenta en hombres, tiende a manifestarse con mayor severidad, pudiendo desarrollar rinofima, una hipertrofia (engrosamiento) de la piel nasal.
¿Cuáles son los síntomas de la rosácea?
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Eritema facial: Enrojecimiento de la piel de la cara, especialmente en la zona centro facial (mejillas y nariz).
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Telangiectasias: Vasos sanguíneos superficiales visibles, también conocidos como «arañas vasculares».
- Lesiones inflamatorias: Pápulas (granos rojos sólidos) y pústulas (granos con pus) similares al acné.
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Ardor, quemazón e hipersensibilidad de la piel.
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Rinofima: Engrosamiento de la piel de la nariz.
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Rosácea ocular: Blefaritis, conjuntivitis, sequedad ocular, edema palpebral.
¿Cuáles son los factores desencadenantes de rosácea?
- Radiación ultravioleta: La exposición solar empeora la rosácea.
- Estrés psicoemocional: Los estados de tensión emocional pueden desencadenar los brotes de rosácea.
- Factores dietéticos: Alimentos picantes, bebidas alcohólicas y bebidas calientes pueden provocar vasodilatación y empeorar los síntomas de rosácea.
- Extremos térmicos: Tanto el frío como el calor excesivo pueden inducir episodios de rosácea.
- Microbiota cutánea o intestinal alterada: Se ha observado una mayor densidad del ácaro Demodex folliculorum en la piel de personas con rosácea, sugiriendo su posible implicación patogénica.
¿Cómo se trata la rosácea?
El tratamiento de la rosácea debe individualizarse según el tipo y severidad de cada caso.
Terapia farmacológica tópica y sistémica
- Productos tópicos: se usan para reducir la inflamación y modular la población de *Demodex*. Incluyen antibióticos y acaricidas, y sustancias antiinflamatorias e inmunomoduladoras.
- Medicación oral: antibióticos y retinoides sistémicos a dosis bajas se emplean en casos de rosácea inflamatoria moderada a severa por sus propiedades antiinflamatorias más allá del efecto antimicrobiano.
- Terapias lumínicas: reducen la inflamación y la rojez y mejoran la integridad cutánea de los pacientes con rosácea:
- Láser vascular: luz monocromática que es selectivamente absorbida por la hemoglobina de los vasos sanguíneos de la piel enrojecida. Induce coagulación selectiva de los vasos dilatados, reduciendo progresivamente el eritema facial y normalizando el tono cutáneo.
- Luz pulsada intensa (IPL): no solo atenúa la visibilidad de las telangiectasias, sino que también estimula la neocolagénesis y reduce la cascada inflamatoria. Además puede disminuir la población de Demodex en la piel.
- Terapia fotodinámica (Kleresca): emplea luz azul para activar un gel generando energía fluorescente que estimula los procesos de reparación dérmica. Este tratamiento modula la respuesta inmunológica local, reduce significativamente la inflamación y promueve la regeneración celular, mejorando la calidad de la piel afectada.
- Láser CO2 para tratar la rinofima: este sistema de láser ablativo permite la vaporización controlada del exceso de tejido sebáceo y conectivo, remodelando la arquitectura cutánea y mejorando tanto la estética como la funcionalidad nasal. El laser CO2 ofrece resultados de larga duración, y restaura el contorno anatómico nasal.
Estrategias preventivas de la rosácea
Es preciso identificar y minimizar la exposición a los factores específicos que provocan exacerbaciones de rosácea, lo cual incluye:
- Fotoprotección diaria: Aplicar protector solar de amplio espectro con FPS ≥ 30 y filtros físicos (óxido de zinc, dióxido de titanio) para reducir la reactividad cutánea.
- Rutina dermocosmética apropiada: Seleccionar productos hipoalergénicos, sin fragancias, alcohol ni conservantes irritantes.
- Hidratación adecuada. Es conveniente mantener la función barrera epidérmica mediante hidratantes con ceramidas y otros componentes restauradores.
- Retinoides adaptados. Los retinoides tópicos de tolerabilidad optimizada pueden fortalecer la barrera cutánea y ayudar en el manejo de ciertos subtipos de rosácea.
- Evitar exfoliantes mecánicos. Es aconsejable prescindir de procedimientos abrasivos que puedan comprometer la integridad cutánea.
- Manejo del estrés. Implementar técnicas de relajación para minimizar este factor desencadenante frecuente.
Si padeces rosácea, resulta fundamental acudir a un dermatólogo especializado para recibir un diagnóstico preciso y tratamiento personalizado adaptado a cada caso.
En Openderma Murcia:
- Serás tratado por un dermatólogo especialista en rosácea.
- Diseñaremos un protocolo de tratamiento específico para ti.
- Te asesoraremos sobre la prevención de nuevos brotes.
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