Llega la primavera y aunque de momento la generosa lluvia no permite que la nueva estación entre con toda su plenitud, estamos ante la etapa del año en el que muchos decidimos prepararnos para empezar a mostrarnos después de meses de capas y capas de ropa.
Es el momento de empezar a mostrar brazos, piernas, escote… pero para ello es necesario preparar el cuerpo con el fin de obtener la mejor imagen cuando llegue el calor.
Lo principal es la rehidratación y la protección solar. Sin embargo, hay otros tratamientos que pasan a un primer plano y se convierten es una necesidad esencial, se trata de la depilación. Muchas mujeres y hombres están optando por la depilación definitiva. Para ésta, indudablemente los láseres médicos ofrecen prestaciones y resultados superiores a los no médicos y, dentro de los láseres médicos, unos son más fiables que otros. Tan fundamental como el equipo, son las manos que manejan el láser, pues si queremos obtener un rendimiento óptimo y sin efectos indeseables, hay que adaptar la potencia específica de cada tratamiento al fototipo y estado de la piel de cada paciente. Igualmente, dado que el láser es un aparato muy preciso y que requiere un perfecto calibrado, hay que tener cuidado con equipos ambulantes sometidos a golpes y vibraciones que pueden descalibrar el equipo.
La fotodepilación médica por láser es el procedimiento más eficaz y moderno para eliminar de forma cómoda y permanente el pelo. Se puede realizar en hombre o mujer, y en cualquier zona del cuerpo (ingles, axilas, espalda, piernas, brazos, pubis…). Es un tratamiento personalizado, ya que el especialista ajusta parámetros tales como la longitud de onda, intensidad y tiempo de disparo, basándose en las características individuales de cada paciente: fototipo de piel, y color, densidad y localización del pelo. La depilación láser está especialmente aconsejada en personas que sufran foliculitis (pelos que crecen hacia dentro), o hirsutismo e hipertricosis (exceso de vello). Se basa en la fototermolisis selectiva, según la cual, el láser elimina el pelo sin afectar el tejido circundante. El médico valora los casos en que, por alguna enfermedad de la piel o por medicamentos fotosensibilizantes, no es recomendable aplicar el tratamiento, así como posibles causas hormonales de exceso de vello o de lunares o manchas donde se debe evitar el láser. Además, en ocasiones, añade tratamiento médico farmacológico.
El láser médico de depilación, en las manos adecuadas, tiene indudables ventajas, pues el láser es una luz coherente con una longitud de onda fija y, por tanto, siempre conocemos con exactitud la profundidad de penetración en la piel. Por tanto, podemos precisar la energía y duración del pulso para lograr el efecto deseado, minimizando el riesgo de producir quemaduras y pigmentaciones indeseadas.
La depilación con láser médico se lleva habitualmente a cabo en sesiones de minutos tras las cuales el paciente vuelve inmediatamente a su ritmo de vida. Conviene evitar la exposición solar antes y después del tratamiento, así como traumatismos o fricciones en la zona recién tratada.